miércoles, 3 de junio de 2015

Efecto Cola Cao

Llega el calor y con él van llegando los estudiantes que se han pasado todo el año fuera. En casa matan un cordero para el hijo pródigo y los amigos preparan la fiesta a base de destilados. Los primeros días pasan volando entre la mudanza y los cafés que tenías pendientes, pero cuando las aguas vuelven a su cauce, llega el momento de pensar y el efecto Cola Cao. Es un efecto curioso que también sufren las personas que pasan por un proceso de coaching o alguna experiencia de autoconocimiento.

Vivir fuera de casa una temporada, aunque solo sean unos meses, te cambia la vida. A parte de tenerte que apañar por tu cuenta, lo que es todo un reto, aprendes que tu cultura, costumbres, comida, etc… no son los únicos del mundo. Durante los meses que pasas fuera vas abriendo tu mente y cambiando la forma de pensar casi sin darte cuenta hasta convertirte en una persona nueva. Si fueras un Pokémon, dirías que has evolucionado. Lo mismo te puede pasar si haces un proceso de coaching, terapia psicológica o cualquier experiencia de vida que te cambie la forma de ver las cosas. A veces esta nueva visión entra como una bocanada de aire fresco que te da mucha energía. Como si hubieses descubierto la receta de la felicidad y la quisieses compartir con todo el mundo. Puerta a puerta, como el que vende enciclopedias, quieres explicar a los cuatro vientos las bondades del yoga. Otras veces te sientes como si te hubiesen revelado el secreto del universo, una verdad irrefutable que todo el mundo tendría que aplicar: Hay que viajar por todo el mundo para conocer otras culturas.

El caso es que tu gente, familia y amigos, no acaban de compartir esa nueva visión y no te hacen mucho caso. Eso te decepciona, notas que no acabas de encajar con estas personas porque no son capaces de seguirte en tu evolución. Así que, más consciente o inconscientemente, acabas buscando otra gente que comparte tu nueva visión dejando a los de toda la vida un poco de lado. Así es como cambias a los amigos del cole por los amigos de la universidad, los compañeros de futbol por los del curso de coaching y tu pareja por alguien del curso de cocina vegetariana.

Podríamos explicar por qué pasa esto. Podríamos decir que es un truco del cerebro que tiene preferencia por las cosas nuevas y buenas, es la forma que tenemos de evolucionar. Pero hoy prefiero revelarte un secreto: este efecto es como poner Cola Cao en un vaso de leche sin mezclarlo. Si lo comparas con el vaso de tu mejor amigo, no se parecen en nada porque el tuyo tiene una montaña de polvo marrón encima. De hecho, tu vaso se parece más al del compañero del último curso que has hecho, aunque él ha puesto el Cola Cao en un vaso de agua, ahora los dos han quedado con la misma montaña de polvo encima. Pero cuando pase la novedad y el Cola Cao se disuelva,  quizás tu vaso se parezca más al de tu mejor amigo. Al fin y al cabo, los dos habéis crecido juntos llenando el vaso de leche. Por eso, cuando pasa suficiente tiempo, vuelves a conectar con tu gente y te das cuenta de una cosa: si han estado a tu lado toda la vida, será por algo. Así que todo vuelve a la normalidad. Es una historia con final feliz para todos excepto quizás para las relaciones de pareja. Un minuto de silencio por todas las parejas caídas por el efecto Cola Cao.

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