miércoles, 5 de junio de 2013

Fundamentos de la buena vibra

Antes de ayer mi compadre Fernando, proveedor oficial de temas neurocientíficos, me dio una alegría: Todo esto de contagiar la suerte tiene base científica.

Como sabes, hace tiempo que llegué a la conclusión que el camino para tener suerte y ser feliz pasa por el buen rollo. Esa certeza de que cuando estoy de buen rollo, todo me va mejor y soy más feliz.

Por un lado, si estoy de buen rollo estoy feliz. Sería como decir que una forma de ser gordo es estar obeso. Menuda tontería. Pero además de eso, hay otra parte importante. Cuando generas buen rollo las cosas salen mejor. Mi teoría era básicamente que somos seres sociales y nuestra felicidad depende de lo que hacen los demás. Si los demás están más contentos, es más fácil que me ayuden a ser feliz. Así que vamos a generar buen rollo.

Pero además, había otra cosa un poco más mística. Algo me decía que no se trata solamente de un tema conductual sino de algo más. No hace falta que los otros me sonrían para hacerme reír sino que el buen rollo se pasa de unos a otros como una energía.

Como suelo ser muy escéptico en todo lo esotérico, no entré mucho en este tema. Hasta que mi compadre me explicó los fundamentos de las buenas vibraciones y vi que hay una explicación científica que hoy intentaré compartir contigo:

La clave de todo es la “coherencia neuronal” algo que suena mu raro pero que en realidad, para lo que vamos a hablar, es bastante sencillo.

Las neuronas se comunican por impulsos eléctricos. Hasta aquí nada nuevo. Al hacerlo,  emiten un campo electromagnético de baja frecuencia. Para entendernos, unas ondas como el típico gráfico de película que te pongo a continuación (no te asustes con las palabrejas, solo quédate con la forma).





Digamos que cada neurona tendría una línea de estas.

Pues se ve que a raíz de un estudio han descubierto que cuando estás de bueno rollo, las neuronas tienen un comportamiento coherente espacio-tiempo. Pa entendernos, todas las líneas de tus neuronas se mueven paralelas. Lo que en términos científicos es la famosa coherencia neuroal. En cambio, si tienes estrés, no duermes, etc… cada una va a su bola.

Y tu dirás, ¿y a mi que más me da?

Pues es que aún hay un poquito más: esta coherencia es contagiosa.

Resulta que esas mini-ondas que emite el cerebro interaccionan con las de los demás y lo que es mejor, el campo coherente predomina sobre no-coherente.

En cristiano y pa que me entiendas. Cuando sientas estrés y nervios entres en contacto (cuanto más cerca mejor) con una persona que esté relajada y tranquila, SE TE VA A PEGAR EL BUEN ROLLO. Te transmitirá sus buenas vibraciones. O, en caso de que sea al revés, serás tú quien le contagie tu suerte.


Como dice mi compadre, básicamente lo que ya sabíamos pero comprobado por la ciencia. Quizás te parezca una tontería, pero me ha hecho mucha ilusión saber que es verdad que se contagia el buen rollo y quería compartirlo contigo.

2 comentarios:

  1. hola , quería preguntarte sobre este tema ya que hace unas semanas me paso al interesante relacionado a esto .Estaba yo y una amiga estudiando en la misma mesa (la mesa es pequeña) pero sin hablar , ya que estudiamos diferentes carreras y me di cuenta que ella estaba enojada (por su cara , resoplidos y otras cosas).De pronto me empece a sentir molesto,enojado , lo raro es que yo estaba bien , tranquilo ; sin ninguna razón para estar enojado ni nada por el estilo leyendo me di cuenta que fue una "transferencia emocional" pero en vez de ser como se menciona aquí (predominar lo coherente sobre lo no coherente) fue al revés ella me transmitió su enojo(no coherente) en vez de yo transmitirle mi tranquilidad(coherente)

    ¿Sabes a que se puede deber esto?
    Desde ya muchas gracias

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  2. Hola! Gracias por tu comentario. Efectivamente, la transferencia emocional puede ir en los dos sentidos y a veces gana la mala vibra por muchas razones. A veces puede ser un tema de intensidad. Si su emoción es más intensa que la tuya, es más fácil que te arrastre. También puede ser que tuvieras algún enfado guardado o algo de tensión acumulada (por los exámenes por ejemplo) así que tu propio cerebro ha aprovechado la excusa para ponerte en alerta. Este tema daría para bastante (quizás tendría que volver a escribir, a ver si saco tiempo jaja) pero te dejo un par de truquillos que quizás te pueden ayudar a revertir la situación:

    - Lo primero es algo que ya has conseguido, darte cuenta de que la cosa no va contigo. Lo malo es que una vez que te ha transmitido su enfado, tu cerebro empezará a buscar razones para estar enfadado y créeme que las encontrará. Así que sin darte cuenta tu tendrás tu propio enfado y se te olvidará de dónde venías. El truquillo, recordarte que el enfado era de la otra persona. Así que te recomendaría que te lo dijeses a ti mismo una vez más: yo no estaba enfadado.
    - No lo estabas pero ahora lo estás. Así que si queremos recuperar el buen rollo nos va a tocar salir del enfado. Para ello puedes echar un vistazo a esta entrada: http://un-tipo-con-suerte.blogspot.com.es/2012/06/el-secuestro-emoncional.html
    - Una vez hayas recuperado el control de tus emociones y se te haya pasado el enfado, puedes tratar de transmitirle tu buen rollo usando los principios del copiloto (http://un-tipo-con-suerte.blogspot.com.es/2013/02/principios-de-conduccion-del-copiloto.html).

    ¡Espero haberte ayudado!

    ¡Un abrazo y suerte!

    PD: No dejes de contarnos cómo te ha ido ;)

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