miércoles, 7 de septiembre de 2011

Malamadre

En el autobús Madrid-Sevilla, este viernes conocí a Malamadre. Sí, un tipo que era igual físicamente y hasta en la forma de hablar tenía un deje al personaje de la película.
 
Como venía cansado y eran muchas horas de viaje, al principio me dio pereza hablar con él y no di mucho pié a la conversación. Tras varios intentos por su parte me di cuenta de que estaba preocupado por algo y empezamos a hablar.
 
Empezó contándome que iba de camino a casa porque le habían avisado que tenía una inundación en su casa a causa de la lluvia y estaba preocupado por sus perros (dos pitbulls). Después salió el comentario de que había estado en la cárcel. También me contó que se había pasado su juventud en la legión y que se gastó los 30.000€ ahorrados en un verano de farra. Conforme hablaba, más me parecía ese tipo de personas que no quieres ver enfadadas. El hecho real en que se basaría Malamadre.

Y sin embargo era una persona muy optimista. Una persona con ganas de vivir y dispuesta a lo que sea con tal de conseguirlo.  Conforme se le pasaron los nervios me explicó que tuvo que dejar a la mujer y a los hijos en su pueblo para ir a trabajar a Madrid porque no encontraba trabajo. Me contó que había llegado un sábado hacía un mes. Al lunes siguiente se fue a dejar currículums y el martes ya empezó en una fábrica de patatas fritas. El primer día se levantó 2 horas antes porque no había autobús y no quería llegar tarde. Y desde que entró a trabajar está todos los días haciendo todas las horas que le piden. Hay días que se tiene que tirar toda la mañana seleccionando las patatas malas en una cadena de producción. Y aun así, cuando te lo explica te dice que no sabe cómo le pagan por hacer algo que le encanta. Y estoy convencido de que si en vez de patatas tuviera que seleccionar lentejas, se lo pasaría igual de bien. Porque es de ese tipo de gente que disfruta con lo que haga. Siempre está animando a sus compañeras cuando están más aburridas haciéndoles reír y su encargado está encantado con él.

Y eso me hizo reflexionar mucho. ¿Cómo un ex presidiario y ex militar que lleva tiempo sin trabajar y que acaba de llegar a Madrid consigue un trabajo en un solo día? Y creo que la respuesta es de lo que venimos hablando desde el principio, tiene una actitud 10. Es una persona super optimista que está dispuesta trabajar de lo que haga falta para salir adelante. Si hay que limpiar tubos, se limpian. Si hay que mover palés, se mueven. Estoy seguro de que si todos tuviésemos su actitud, aquí no habría crisis que se nos resistiera.

Pero además me recordó otra lección: Todo el mundo tiene el Ying y el Yang dentro. Estoy seguro de que de joven debía ser una persona bastante peligrosa. Incluso ahora podría meterte en un follón. Pero también es capaz de generar un montón de buen rollo y revolucionar la fábrica entera.

Así que creo que es un buen ejemplo de porqué hay que intentar sacar lo mejor de cada persona que conocemos: Porqué todo el mundo tiene mucho que aportar.

3 comentarios:

  1. Seguro que es un buen tío, sobretodo si lo pillas el verano que se gastó 30.000€ en farras ;-)
    Gerard

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  2. Gracias Rafa!!!

    Ese verano tenía que ser apoteósico jajajaja

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