miércoles, 27 de julio de 2011

Caña (doble) y tapa: vacaciones.


Esta es el última semana  antes de mis (¿)merecidas(?) vacaciones. Y aunque me voy un mesecito pa mi tierra, solo estaré unos días por ahí la semana que viene. Así que como no voy a poder escribir el miércoles que viene, esta semana os dejo una caña doble con tapa de vacaciones.

El primer paso para tener vacaciones es pedírselas a tu jefe. Y aquí empieza el dilema.  Si vas en enero para  aprovechar el buen rollo de los regalos de Navidad y le dices “había pensando en que este año podría fijar ya la fecha de las vacacio…”; no acabarás la frase. El bueno de tu jefe te dirá con una sonrisa “Pero García, ya estamos pensando en vacaciones, que pocas ganas de trabajar tenemos, ¿eh? Ja ja ja.” Y sin saber cómo estarás fuera de su despacho pensado, “quizás si me he pasado…”.

Entonces llega semana Santa y se te ocurre volver a intentarlo.

- Verá… estoy mirando los billetes y los hoteles para las vacaciones de verano y he pensado que podría…
- García, García… Aún falta mucho tiempo para verano.
- Pero es que ahora hay una buena oferta para el caribe…
- No se preocupe que si está ahora, estará de aquí a unos días.

Strike dos… Vuelves a estar en el pasillo con la cara de tonto y sin el papel de la oferta que te ha quitado no sabes bien cuando… Así que esperas hasta junio y te ves otra vez en el pasillo, “hay que cuadrar los calendarios de todos, ya sabes que esto es como una gran familia”.

Por fin, a mitad de julio, te encuentra en día por la oficina y te dice “Por cierto García, solo falta usted por coger las vacaciones, a ver si se da prisa y cerramos el cuadrante.” ¿Cuadrante? ¿Qué cuadrante? Pues ese cuadrante dónde sale que solo te quedan 5 días en la tercera semana de agosto…

Y vas con la noticia a tu pareja, amig@s o familia y te dicen “si es que eres tont@, siempre te toman el pelo… “ Pero en el fondo, ellos tampoco lo han hecho mejor. Así que te das cuenta que uno tiene 6 días a mitad de agosto, otro un fin de semana… Y os toca ver que días podéis ir juntos… Después de mover toda la agenda consigues sacar 3 días! Bueno, 3 días no está tan mal. Será suficiente para descansar.

Y empezáis a buscar por Internet dónde hay un montón de ofertas. Que si Caribe, 2.000€. All inclusive en Cuba, 1.500€. Crucero por el mediterráneo 800€. Hotelillo en Benicasim 500€…

- Cariño, he encontrado un vuelo de Ryanair a Lisboa muy barato, solo 20€.
-¿Los dos?
- No tonto, cada uno.
- ¿Ida y vuelta?
- ¡No hombre!

Total, que con tasas, seguro, maletas (“Por lo menos dos cariño”), pago con tarjeta (¿pero cómo quieren que pague?), recargo por ir sentado, recargo por combustible y pago especial por que no te insulten en el mostrador; se queda en solo 330€. ¿Los dos? No tonto, cada uno.

Así acabas discutiendo por si vas a un camping en Castellón o a un hostal en Murcia… Por cierto, la diferencia entre camping barato y hostal barato radica en que bichos quieres encontrar. Que quieres saltamontes, grillos, lagartijas y escarabajos; pues te vas de camping. Que quieres cucarachas, hormigas y arañas; a un hostal. Eso si, tienen un denominador común: los mosquitos. Que al ver como se ponen las botas creo que las vacaciones se las pegan ellos. Estoy seguro de que los mosquitos se llaman y dicen:

- Oye, dónde estás de vacaciones. Yo estoy  Cambrills. El hostal no es gran cosa pero la comida está muy bien, creo que es de un catering alemán.

- Pues yo estoy en Benicassim. Es que era más barato, ya sabes, toda la comida la traen de Madrid.

Además, no sé como lo hago pero siempre me pican a mi. Tenía una novia que no hacía más que darme  un remedio de su abuela pa los mosquitos pero siempre amanecía con más granos que una paella. Ella no se ponía nunca porque decía que no lo necesitaba y la verdad es que nunca le picaban. Hasta que un día vi cómo preparaba la receta secreta: un poquito de agua y un poquito de azúcar…  Desde entonces no volvió a ser lo mismo.

Y entre festín y festín (de los mosquitos, claro) te vas a la playa un rato. Eso si que es descansar. 100 metros lisos corriendo como un lagarto del desierto pa no quemarte los pies. Encuentra un sitio. “No, al lado de los chicos no que nos dan con la pelota. Ni ahí tampoco que esa es una fresca y enseña las tetas”. Luego planta la sombrilla (si la tienes y lo consigues) y sino quémate al sol (da igual cuanta crema te pongas porque siempre te acabas quemando). Al agua a que te salpiquen. Palas. Nadar… Y después de la paliza pa casa a intentar quitarte la arena. Y digo intentar porque no hay manera. Seguro que si fueran pepitas de oro no te quedaba ninguna, pero la arena esa parece que la rocíen con superglue.

Y por fin llega el momento de noche. Porque no nos engañemos, de vacaciones vas a pillar. Los que tienen pareja van a mirar  y los que no tienen van a ligar. Pero curiosamente los solteros acabamos mirando y los casados ligando…

Los ilusos de Madrid se dicen, por lo menos las copas serán más baratas. Pues no, pa que te sientas en casa te han puesto el mismo precio que en Capital. Que detalle.

Así que después de ese magnífico fin de semana, te metes en el coche (porque ya hemos dicho que volar no era una opción) rojo radiactivo, lleno de arena, sin haber  pillado y sin un duro. Pero pa subir los ánimos a la vuelta te espera un atasco de un par de horitas que te acaba de relajar.

Lo mejor es cuando llegas a la oficina y ves a tu jefe moreno UVA y te dice:

- ¿Qué pasa García? Hay que ver como te has quemado. Espero que hayas descansado porque tienes un montón de faena acumulada. ¿Dónde has estado? Yo me fui al Caribe.

- ¿Al Caribe?

- Si hombre, con una oferta que encontré en semana Santa. Si es que te tengo dicho que planifiques las vacaciones García.

Bueno Garcías, con está caña doble me voy de vacaciones a disfrutar de la playa.

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