miércoles, 1 de diciembre de 2010

El Trabajo (I)

Recientemente una nueva amiga y filósofa (seguidora de este blog y autora de un blog que recomiendo encarecidamente a todos aquellos que les guste los combinados de  buena literatura con reflexión: http:// myblog.es/suzanne) me hizo una reflexión que creo que vale la pena compartir.

En esencia y muy (demasiado) resumido su pregunta es: siendo la vida tan corta, ¿debemos dedicar tanto tiempo al trabajo?¿No hay otra fórmula para dar sentido a nuestra vida? ¿Otra fórmula para dedicar el tiempo a algo que nos aporte más y nos llene más?

Mi respuesta: ¿debemos dedicar la vida a algo que nos llene? SI ROTUNDO. Pero ese algo puede, y de hecho debe (en medida de lo posible), ser nuestro medio de vida. Nuestro trabajo. Estoy convencido de que todos cometemos un error al entender el concepto de trabajo.

Por ello creo que lo primero que deberíamos hacer es  ver su origen etimológico. Por lo que he podido leer, trabajo viene del latín “tripalium”, un yugo de tres palos dónde se amarraban los esclavos para ser azotados. Así pues, el término estaba asociado a “sufrimiento”  y dado que en esa época la mayoría de la gente trabajaba en el campo con gran esfuerzo físico, ese parecía un término apropiado para definirlo. Así pues, desde el origen de la palabra lo asociamos con “sufrimiento” lo cual no puede gustar a nadie (dejando de lado los masoquistas).

Sin embargo, ¿es esa la auténtica naturaleza del trabajo? Yo creo que no. El auténtico origen del trabajo es producir todos aquellos bienes o servicios para satisfacer nuestras necesidades (o caprichos). Estamos de acuerdo en que si quiero algo, esto tiene que ser producido. Y las economías de escala y la especialización demostraron hace tiempo que se pueden producir muchas más cosas si cada uno se dedica a producir solo una y luego hay intercambio (en este punto no entraré a que modelo de intercambio, capitalismo, comunismo, etc… es el óptimo). Por tanto tenemos claro que en una sociedad, cada uno tiene que producir algo para los demás y así todos podremos disponer de todo lo que necesitamos. Así pues EL TRABAJO ES NECESARIO. Por tanto, si es necesario tendré que hacerlo ya que aportar a los demás es la única forma de tener algo (en este caso dinero) que me permita adquirir lo que quiero o necesito.

Pero además tenemos otro factor a tener en cuenta. Pongamos que vivimos 80 años, ¿qué vamos a hacer durante estos 80 años? Está claro que en “algo” habrá que ocupar el tiempo. Salvo casos muy puntuales, no creo que nadie se sienta realizado vegetando (perdón por el término) durante 80 años. Y está claro que lo que buscamos es ocupar ese tiempo en algo que nos guste. Y aquí aparece la fórmula mágica:

NECESITAMOS TRABAJO y QUEREMOS UNA OCUPACIÓN QUE NOS LLENE. Si añadimos que TRABAJO = OCUPACIÓN tenemos que NECESITAMOS UN TRABAJO QUE NOS LLENE.

Y ahí creo que está la clave de todo. No me voy a atribuir el mérito de una idea que ya circula hace tiempo en el mundo de los RRHH, pero si la voy a compartir para responder a la pregunta inicial:

No se trata de buscar la forma de evitar trabajar para tener tiempo y dinero para hacer lo que  nos gusta sino de BUSCAR LA FORMA DE QUE NOS PAGUEN POR HACER LO QUE NOS GUSTA.

Si lo logramos, no solo nos sentiremos realizados con nuestra vida sino que además tendremos los recursos para satisfacer el resto de necesidades o caprichos.

Con esta reflexión abro el tema del trabajo dejando pendientes muchos temas que abordaremos la semana que viene. De momento espero esas afiladas críticas que ayudan a construir un modelo completo.

4 comentarios:

  1. Esta fan, por esta semana esta muy de acuerdo contigo...Y de hecho esta buscando precisamente eso. Encontrar un trabajo que la llene, que le paguen por lo que sea feliz haciendo.
    He renunciado a varios trabajos precisamente porque son tediosos, y aunque paguen aceptablemente, no me gustaron. Y aqui estoy...Haciendo lo que me hace feliz...Y tambien buscando el trabajo que me haga mas feliz... yo creo que la gente tiene que hacer algo, como dices, pues sino su existencia no tiene sentido. No puede solo estar sentado esperando...debe tener oficio y beneficio! Saludos!!

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  2. Tu planteamiento, en la teoría, es incontestable. Ocupar nuestro tiempo en algo que nos llene es algo que nuestro propio instinto nos empuja a realizar. El trabajo, mas que una necesidad individual, es mas bien colectiva. No podemos negar que hay mil y una formas mas de llenas nuestro tiempo que nuestros intereses y no todos se corresponden con las formas de trabajo existentes, al igual que hay trabajos que por su propia naturaleza, no pueden dar pie a ser motivo de realización personal. Es la eterna pregunta, ¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar? Ambas buscan la misma respuesta, aprovechar nuestra vida en lo que realmente nos interesa. A algunos les costará mas a otros no tanto. El relativismo impera en esta cuestión.

    El trabajo, en su origen, mas allá de la raíz etimológica del latín, es una forma de supervivencia de los animales sociales, no ya solo de los humanos. Si se quiere sobrevivir, todo miembro del grupo debe aportar su grano de arena, ya sea cazando, cocinando, cuidando de los que lo necesitan, fabricando utensilios o vestimenta. Es decir, el trabajo, en un primer momento, es una forma de supervivencia, por lo que, instintivamente, la vagancia y la falta de aportación se considera, en cualquier cultura, una falta de respeto al resto del grupo y hasta se "castiga" socialmente.

    Sin embargo, a mayor entidad del grupo, menor grado de conciencia colectiva y de supervivencia tiene el individuo, dando por hechas ciertas necesidades básicas, y ese carácter colectivo y de supervivencia se enfoca a otros niveles de nuestra vida, como puede ser darle otro sentido a nuestra corta vida que la mera supervivencia de la especie o del grupo al que pertenecemos, creando filias y fobias, e intereses mucho mas concretos y difíciles de alcanzar. El trabajo ha pasado de ser un instinto de supervivencia a una necesidad para alcanzar otros objetivos individuales. De ahí que a mayor numero de integrantes, mas cuesta aceptar el trabajo en si mismo. Es vedad que hay ciertas profesiones que son apasionantes y que permiten a quien las desempeña ganarse la vida con algo que le apasione, pero por desgracia, no todas pueden ser médicos, astronautas o diseñadores. Hay ciertos trabajos que se necesitan igualmente pero que, lo mires por donde lo mires, son un claro ejemplo de trabajar para vivir.

    Por lo tanto, para mi, mas que animar a buscar un trabajo en el que sentirnos realizados, se debe guiar a las personas a entender sus propios deseos, filias y fobias, y encauzarles a la mejor manera de conseguirlos. A veces sera desempeñando un trabajo que en si mismo sea un deseo, y otras veces, un simple medio.

    Un abrazo, Nicole.

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  3. totalment d'acord, de fet, penso que el més important en aquesta vida és tenir alguna motivació, per petita i estúpida que sigui, que et faci despertar pel matí i tenir ganes de fer-la.

    I sens dubte, fer el que t'agrada és un pilar fonamental per aconseguir-ho.

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  4. Aquí os dejo la aportación de Jorge que aún no tiene cuenta propia:

    Hoy yo también estoy completamente de acuerdo contigo, como muchas veces digo.



    Cuando trabajamos, y citándote a ti, estamos aportando algo, y por tanto sumamos a esta sociedad. Por tanto, esta publicación sobre el trabajo reafirma mi idea de que es prácticamente imposible no sumar nada en este mundo.



    Es evidente que en la vida hay que tener una ocupación, aunque me atrevo a matizar que si bien trabajo = ocupación, no siempre ocupación = trabajo. Con esto quiero decir lo que ya sé que tienes claro: que uno tiene muchas formas de mantenerse ocupado y ocioso fuera del trabajo. Pero lo interesante de esta afirmación es que la gente, buscando sólo la parte de ocio, no entiende muchas veces que puede hallar un trabajo por el que este ocio se vea remunerado. Porque si a uno sólo le gusta dibujar, es mucho más productivo que intente meterse en el mundo de la animación que no que se limite a esbozar algo al salir de su despacho de abogado. Más que nada, porque su labor como animador será mucho más efectiva que como letrado, profesión que (en mi ejemplo) no le llena para nada.



    Sin embargo, y siendo un poco cínico, este mundo necesita también a desilusionados. Aunque suene cruel, creo que no todos podemos realmente dedicarnos a lo que queremos, porque la realidad es que la sociedad también necesita gente que barra la calle, y este es un trabajo que, por lo general, no es vocacional.



    Con esto quiero decir que mientras haya gente que siga separando ocio de trabajo, seguirá habiendo puestos de trabajo en las cadenas de montaje. Y a nadie le gusta ese trabajo, pero alguien tiene que hacerlo, así que es mejor que los que lo hagan no se depriman pensando que deberían estar haciendo otra cosa y se dediquen a focalizar sus intereses fuera del trabajo.



    Suena muy cruel, muy duro, pero creo que fuera de las teorías hay que ser también práctico.

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